Un estilo nacional

El Neoclásico es el estilo nacional alemán. Un estilo unificador, de imagen potente, reconocible, asociado a victorias y nobleza, en un país con una historia troceada y desmembrada. Independientemente de su nacimiento en el XIX, el Romanticismo y la figura de Shinkel, es llamativo cómo se sigue construyendo en Neoclásico, o como se construye con lenguaje y formalidad contemporánea pero con los ecos de los órdenes clásicos.

Las portadas neoclásicas de las casas de Bremen, que disfruto en los veranos, parecen también sumarse a ese rasgo que observo en las ciudades alemanas o suizas: conservar y no demoler y comenzar todo desde cero a la menor ocasión. La oportunidad, entendida en Alemania, sería no demoler. Hemos visto infinitud de locales, aseos, restaurantes, que siguen como en los años 70 u 80. No hay necesidad de reformarlos solo porque parezcan anticuados. Lo mismo ocurre con el Neoclásico: se siguen construyendo columnas y frontones, porque de algún modo, siguen funcionando. ¿Qué necesidad hay de cambiar de lenguaje?, deben preguntarse. Una mentalidad práctica y conservadora que define a un país.

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