Matta-Clark


A través de mi amigo Juanjo, he recordado la sorpresa que me causó en su día la obra de Gordon Matta-Clark (1943-1978), con la que entré en contacto a través de un profesor en Inglaterra, hace ya algunos años. Este artista, con formación de arquitecto, desarrolló su obra (grabada en videos y registrada en multitud de fotografías, apuntes y dibujos) en el fructífero ambiente artístico del Nueva York de los 70s, y sus intervenciones en casas y edificaciones en ruinas me parecen imprescindibles. A través de taladros, perforaciones, incisiones y cortes en las ruinas edificadas, conseguía desvelar espacios imperceptibles a la vista, lugares ocultos de las estructuras y poner en valor los espacios olvidados de los edificios. Su obra, que conmueve y mueve con fuerza a la reflexión, analiza los valores ocultos de la arquitectura frente a la sobrevalorada funcionalidad, conecta partes desconectadas entre sí en los edificios, vincula exteriores e interiores y altera la visión convencional que se tiene de las estructuras construidas.
No existe mucho sobre él en la red, pero echad un vistazo y curiosead en lo que hay. No defrauda.
Imagen de la obra "Conical intersect". Pincha y aumenta

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo con todo lo que has explicado me gustaría incidir en el cariz "gamberro" de Matta, o al menos en el aspecto lúdico del artista. Sólo hay que fijarse en el brillo de sus ojos, sierra eléctrica en mano, para imaginar la excitación previa al momento de la amputación de la Casa Bingo. Algo de eso nos recuerda Matta-C, la necesidad de cierto grado de excitación frente a la obra antes de descubrir las relaciones y los espacios ocultos de la arquitectura, una actitud curiosa que bien podría servir a los alumnos de la Escuela de Arquitectura o a cualquier arquitecto. "Matta-Clark aprendió arquitectura para luego destruirla" se dijo de su formación como arquitecto. Prometo visitas más asiduas y comentarios más afinados.

Juanjo López de la Cruz

josemariarincon dijo...

No se me había ocurrido el verlo como un gamberro, pero es cierto, y su curiosidad llevada al extremo es envidiable. Leí en algún sitio que las "intersecciones" las preparaba con complicadas expresiones matemáticas y geométricas, de un modo muy científico. Es la unión ese carácter calculador y de la aparente espontáneidad agitadora lo que lo hace tan atractivo.