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Es una novela para arquitectos, pero es más que una novela para arquitectos. Jed Martin y su vacío existencial, su vida plana pero plena. Houllebecq y su visión existencialista de las eternas cuestiones modernas, de lo contemporáneo en lo social, en lo artístico. La persecución de un ideal, la inquietud permanente y llena de preguntas de lo creativo. La vuelta a la infancia y a la Naturaleza como la única certeza a la que agarrarse en un mundo contemporáneo de no retorno en lo colectivo, pero en el que aún quedan refugios individuales, esferas positivas que construir en un mundo pesimista.
Los mundos personales que nuestro intelecto se construye son el refugio en un momento con pocas certezas y muchas oscuridades; las interpretaciones que hacemos del mundo son nuestra mejor defensa frente a sus miserias; nuestro mapa es más interesante que el territorio.
1 comentario:
Tomo nota de este libro.
Yo también soy arquitecto, pero no vivo en España.
Gracias, un blog interesante.
Paloma
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