Como niño con zapatos nuevos estoy viendo la segunda temporada de Mad Men.
Hay algunos críticos de cine que llevan años diciendo que el mejor cine de hoy en día se refugia en determinadas series de TV americanas; siempre he sido escéptico ante tan categórica afirmación. Pero cuando empecé a disfrutar de Mad Men, me apunté a esa corriente. Unos diálogos tan bien escritos que parece que los están pronunciando Bogart y Bacall, destilando inteligencia por todos lados; unos personajes tan bien trazados como si los hubiera escrito Shakespeare; lo demás (ambientación afinadísima, música, etc) no hace sino redondear la función. Os la recomiendo encarecidamente, disfrutaréis.
Cine del grande, grande, en forma de serie de TV
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